Los freerolls son eventos de póquer que no necesitan que los jugadores utilicen dinero real para participar. Los freerolls ofrecen la oportunidad de adquirir experiencia en el póquer sin el riesgo de perder dinero, lo que disuade a muchos jugadores novatos.
Los jugadores profesionales de póquer dicen que los freerolls son ideales para los novatos porque les permiten aprender los fundamentos del juego sin incurrir en ningún riesgo. Los freerolls también son perfectos para la gente que simplemente quiere jugar por diversión y pasar un buen rato, independientemente de si ganan o pierden. En los freerolls, es posible ganar una recompensa que, aunque es mucho menor que en los “torneos reales”, proporciona un incentivo adicional para los participantes.
Aunque los jugadores de póquer decentemente hábiles son una visión poco común en los freerolls (en comparación con los novatos), a veces pueden verse. Dado que jugar al póquer “tradicional” puede cansarles a veces, los freerolls les proporcionan la opción de ampliar su juego y añadir giros. Los freerolls son mucho más agresivos que el Texas Hold’em “tradicional”, siendo los all-ins un movimiento frecuente.
Mano sin límite.
El freeroll también se refiere a una circunstancia única con dos jugadores restantes en la que un jugador tiene asegurado al menos compartir el bote con su oponente independientemente de las últimas cartas, pero tiene la oportunidad de ganar todo el bote si se dan ciertas cartas finales. Esto ocurre antes de que se reparta la última carta.